Recorrido judío

La comunidad judía de Tesalónica tiene una historia de más de 2000 años. Lo que la hace única con respecto a otras comunidades de judíos del mundo es que no siempre se ha tratado de una minoría: sobre todo después de 1492, la comunidad judía de Tesalónica pasó a ser la más numerosa de la ciudad. Se cree que los primeros judíos llegaron a Tesalónica alrededor del año 140 a.C. desde Alejandría, en Egipto. Los romaniotes, como se les conocía, hablaban griego y tenían una cultura helenística. En 1376, judíos asquenazíes provenientes de Hungría y Alemania se establecieron en Tesalónica, seguidos por judíos de Provenza, Italia y Sicilia. El acontecimiento que cambió el aspecto de la ciudad, sin embargo, fue la llegada de unos 20 000 judíos como resultado de la persecución que sufrieron en España. Con sus conocimientos y habilidades, los hispano-judíos, llamados sefardíes, revivieron la ciudad, devastada tras la conquista de los otomanos, y contribuyeron al crecimiento comercial y económico de los siglos posteriores.Se hace extraño pensar que en 1890 los judíos representaban el 50 % de la población total de la ciudad de Tesalónica, o que en 1941 había 35 sinagogas activas. El año 1943 fue el principio del fin de la comunidad judía de la ciudad: 49 000 judíos fueron deportados a los campos de concentración y exterminio de Auschwitz - Birkenau. Sólo regresaron 1 950. Muchas personalidades destacadas del mundo de la ciencia, literatura, economía, política y la moda provienen de la próspera comunidad judía de Tesalónica. Algunos ejemplos son Nicolas Sarkozy, ex presidente de Francia, Patrick Modiano, Premio Nobel de Literatura en 2014, la familia Dassault, propietaria del gigante homónimo de la industria aeroespacial, la familia Carasso, propietaria de la multinacional de productos lácteos Danone, Edgar Morin, filósofo, escritor y sociólogo, Diane von Fürstenberg, diseñadora de moda y Vidal Sassoon, peluquero. Las sinagogas, el Museo Judío, el hospital, las galerías comerciales y muchos de los edificios más bellos de la ciudad representan el legado de la imponente presencia judía en el pasado de la ciudad.

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El recorrido judío cuenta una historia que es necesario escuchar alguna vez, porque no solo concierne a la comunidad judía de Tesalónica, sino a toda la ciudad y hay que recordar las grandes ausencias del pasado...